lunes, 5 de noviembre de 2012

Campo


La tarde está muriendo 
como un hogar humilde que se apaga. 

Allá, sobre los montes, 
quedan algunas brasas. 

Y ese árbol roto en el camino blanco 
hace llorar de lástima. 

¡Dos ramas en el tronco herido, y una 
hoja marchita y negra en cada rama! 

¿Lloras?... Entre los álamos de oro, 
lejos, la sombra del amor te aguarda.


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